El Casino del Atlántico, buque insignia del grupo coruñés Comar, ha vuelto a la senda de los beneficios al cierre de 2021, frente a las pérdidas que había anotado el año del Covid. De hecho, los ha multiplicado por tres sobre 2019, el año antes de la pandemia, mientras que sus ingresos todavía están lejos de los registros de dicho ejercicio. Y todo, gracias a los ERTEs, que en el caso de la filial del grupo gallego afectaron a toda la plantilla del casino.
Los números del Casino del Atlántico lo dejan claro: sus ingresos en 2021 se situaron en los 1,3 millones de euros, ligeramente por encima de los 1,2 millones del año precedente. Sin embargo, sus beneficios netos alcanzaron 327.039 euros al cierre del año pasado, que contrastan con las pérdidas de 47.000 euros de 2020. Frente a 2019, según sus propios datos, también hay un salto, ya que ese año había declarado una ganancia neta de 107.421 euros. Los triplica, por tanto.
Antes y después del Covid
Los datos de la memoria y cuenta de resultados presentada por la filial de Comar establecen todavía una larga brecha para volver a la situación previa al Covid, al menos en lo que respecta a ingresos, ya que en 2019 el Casino del Atlántico había facturado 2,5 millones de euros. Hasta ese ejercicio, al menos desde 2016, su cifra de negocio siempre había superado los dos millones de euros anuales.
El 14 de marzo de 2020, con la declaración del estado de alarma, el casino se vio obligado a cerrar sus salas de juego “implicando, por tanto, la suspensión temporal de su fuente de ingresos”, explican sus gestores. Por esta razón, la empresa solicitó de las autoridades laborales competentes, en fecha 15 de marzo de 2020, un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) para la suspensión de los contratos de trabajo de toda la plantilla del casino, que fue autorizado. La nómina de trabajadores de la empresa se situaba ese momento en 40 empleados.
El junio de 2020 el Casino del Atlántico volvió a iniciar la actividad. Sin embargo, dadas las restricciones impuestas, de nuevo cerró en noviembre de ese año. Y hasta mayo de 2021, que reinició la actividad, “pero debido a las restricciones, no al 100%”.
Un largo ERTE
A marzo de este año, cuando van referidas las cuentas, los administradores del casino mantienen que el ERTE continuaba afectando a gran parte de los trabajadores de la plantilla. Por tanto, de una u otra manera, aunque sin cuantificar número de empleados, han sido dos años de ERTE para el Casino del Atlántico.
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La sociedad mantiene con Comar Inversiones y Dirección de Empresas, su matriz, un crédito a largo plazo a 31 de diciembre de 2021 y 2020 por importe de cinco millones de euros y una cuenta corriente renovable anualmente cuyo saldo a 31 de diciembre de 2021 y 2020 rondaba el millón de euros. Otro colchón, en este caso de su propietario, al margen de los ERTEs. economiadigital